Los profesionales de la salud tienen 3 factores de riesgo inherentes a su profesión.
Los factores de riesgo emocionales y psicológicos derivados de la toma de decisiones clínicas con responsabilidad terapéuticas, de estar en contacto con el dolor y el sufrimiento humano, de la relación con los pacientes y sus necesidades etc…
Los factores de riesgo existenciales derivados del acompañamiento en procesos crónicos, el impacto de diagnósticos no favorables, la muerte de los pacientes, etc…
Los factores psicosociales derivados del estrés burocrático de los trabajos asistenciales, de la gestión de los entornos familiares, de la comunicación con los pacientes y la falta de tiempo, la dificultad de coordinación de equipos multidisciplinares, etc…
Estos tres factores de riesgo pueden culminar en un burnout personal y la pérdida de la vocación sanitaria.
Nuestro propósito
Acompañar a los profesionales de la salud a fomentar su bienestar emocional y empatizar con las personas a las que cuida.
Trabajamos un modelo integral de transformación basado en la experiencia, la evidencia científica y la mirada clínica con herramientas prácticas para el día a día.
Ofrecemos formaciones teóricas sobre la humanización de la experiencia con el paciente y formaciones prácticas con un alto contenido experimental para forjar el compromiso con el bienestar propio.
Todo ello para prevenir y paliar el desgaste que supone cuidar a personas y promover el autocuidado físico, emocional, psíquico y espiritual del profesional sanitario.